¿Cuales fueron los sectores sociales mas pejudicados en la cuestion social?

lunes, 28 de noviembre de 2011

¿LA CUESTION SOCIAL ESTA TAN DESARROLLADA COMO AÑOS ANTERIORES?







En Chile, las nuevas posibilidades de crecimiento económico, en las últimas décadas del siglo XIX, produjeron una constante migración del campo a la ciudad.  En 1875, la población urbana chilena alcanzaba a 725.545 habitantes, los que pasaron a 1.240.353 en 1895.
Esta concentración de población en las ciudades transformó la fisonomía demográfica del país y fue el inicio de un constante proceso de urbanización. 
Este proceso alcanzó mayor relieve a partir de mediados del siglo XX, ya que en 1960 la población urbana llegaba al 66,9 por ciento del total del país, en tanto que en 1970 alcanzó al 75,2 por ciento, y en 1979, al 80,8 por ciento.
En los inicios de este movimiento migratorio, la población que se trasladaba de las áreas rurales a las urbanas constituyó una potencial fuerza de trabajo para la industria, la minería y los servicios que apoyaban estas actividades.
Además, fue un mercado consumidor de productos manufacturados y comestibles que dinamizó el comercio interno.  Sin embargo; provocó una variación sustancial en el cuadro social y generó uno de los problemas más serios a comienzos del siglo veinte: la cuestión social.

Este hecho histórico, de carácter socio-económico, según Gonzalo Vial, fue el más importante en el cambio de siglo, pues las clases trabajadoras se vieron sometidas a una presión aplastante y ni el sector dirigente ni el régimen político supieron hallar una solución adecuada para este conflicto. 
Los síntomas del problema social surgido se manifestaron en varios planos simultáneamente, y muchas veces unos fueron consecuencias inmediatas de otros.  De este modo, la realidad social de los primeros veinte años de este siglo se caracterizó porque en la sociedad hubo problemas de vivienda, alcoholismo, quiebre de la familia, prostitución, enfermedades sociales, epidemias infecto-contagiosas, delincuencia, criminalidad, inflación y algunos otros dramas que pesaron en el cuadro social.
En el caso de la vivienda, fue decisiva la inadecuada infraestructura de las ciudades, especialmente de Santiago, Valparaíso y Concepción, a las que llegó un mayor número de inmigrantes. La afluencia de la población provocó hacinamiento y proliferación de habitaciones que carecían de alcantarillado, agua potable y, en general, de condiciones mínimas de higiene y salubridad como para albergar a sus ocupantes.
Las habitaciones más características de estos tiempos eran los conventillos, las cités, los ranchos y los cuartos redondos. Los conventillos eran casas grandes de varias habitaciones, cada una de las cuales era habitada por un grupo familiar.  En 1906, según estimaciones de la época, había 2.000 conventillos. Estos llegaban oficialmente a 1.574 en 1912.  Su número era de 2.022 en 1916, para una población de 84.175 individuos.
Las viviendas de las "cités" tenían dos o tres piezas, lugar para la cocina, baño interior en alguna ocasión y patio interno. En cambio, los ranchos eran viviendas precarias de una o dos piezas.  A su vez, los cuartos redondos eran habitaciones populares de un solo espacio interior, sin ventanas y sin ventilación.
Estas condiciones materiales, junto con las sanitarias, a todas luces deficientes, provocaron con el tiempo graves enfermedades y epidemias infecto-contagiosas, como el tifus exantemático, la peste bubónica, el cólera, la viruela, la fiebre tifoidea, la gripe, la difteria, la tuberculosis pulmonar y otras que caracterizaron el estado de salud de la población. El estrago provocado por estas enfermedades repercutió en las tasas de mortalidad del país, tanto a nivel general como infantil.
Al problema de salubridad se sumó el del alcoholismo. Éste afectó, principalmente, a los habitantes de los barrios marginales de la ciudad y fue un factor decisivo para el relajamiento social y moral de la familia, el recrudecimiento de la delincuencia, de la criminalidad y de la prostitución.  Esta última acarreó un sinnúmero de enfermedades sociales, como la sífilis, que era contraída en los numerosos prostíbulos de la ciudad.  Los nuevos signos sociales demuestran los cambios experimentados por la sociedad nacional.
Pero no sólo estos problemas de carácter social debió enfrentar la población que emigró del campo a la ciudad.
Frente a la vivienda, que ya con ser deficiente era una carga pesada de soportar, los nuevos habitantes urbanos (y también los antiguos) debieron sufrir el pago de elevados arriendos. Costo que era difícil de solventar por los deficientes salarios y remuneraciones de los grupos proletarios.
No cabe duda de que, antes de cancelar el alquiler de las habitaciones, las familias proletarias debían satisfacer sus necesidades alimentarias. En este aspecto, también considerado dentro de la cuestión social, repercutía fuertemente la inflación que afectaba a la economía del país.
El fenómeno de la inflación encarecía los productos alimenticios básicos e imposibilitaba a los pobladores marginales de la ciudad y, ciertamente, también a otros, para adquirir la totalidad de los productos que necesitaba su familia.
 Tal situación incidía en las dietas alimentarias y provocaba desnutrición en la población urbana infantil, ya que no podía consumir los alimentos que le permitían un normal desarrollo. Lógicamente, el problema estaba en directa relación con el valor de los productos y el poder adquisitivo del jefe de la familia, cuyo salario era insuficiente para cubrir los gastos.
El alza del costo de la vida, para una familia obrera típica, no guardó ninguna relación con los reajustes de salarios, razón por la cual la calidad de vida de ese grupo social era, prácticamente, de subsistencia.
De este modo, la cuestión social abarcó un amplio espectro de problemas. El obrero urbano y los pobladores marginales fueron los más afectados con este látigo social , pero también, debe reconocerse, que no estuvieron exentos de él los grupos medios emergentes.
Desde 1870 existían asociaciones de artesanos. Hacia 1896 se creó el Centro Social Obrero, una sociedad de carácter mutualista destinada a proporcionar asistencia a los afiliados.  Apenas un año después se creaban la Unión Socialista y el Partido Obrero, organizaciones políticas de incidencia limitada. 
Algunas de las primeras sociedades de oficio de carácter resistente se debieron a los inmigrantes que aportaban cierta experiencia organizativa y una ideología anarquista, próxima en sus denuncias y reivindicaciones al ámbito urbano de talleres y medianas empresas, en los que obreros y artesanos mantenían lazos culturales compartidos.
Los primeros grandes conflictos sociales estallaron a comienzos del siglo XX en la región central, más urbanizada.  Tuvieron su origen —como vimos— tanto en las condiciones laborales como en el continuo crecimiento del costo de la vida en medio de un imparable proceso inflacionario que desde 1890 golpeaba, sobre todo, a los más pobres.
En 1903 una huelga de los estibadores de Valparaíso culminaba con 35 muertos.  El Ejército, usado como siempre por el poder civil cuando es incapaz de controlar la situación, debió emplearse a fondo para contener los disturbios ocasionados por huelguistas y no huelguistas.  Antes de que se restableciera el orden habían sido asaltados los locales de la Sociedad Sudamericana de Vapores y otros edificios comerciales y de la prensa.
En 1905 se produjo el primer gran acto de masas en la historia del país, que concentró en Santiago a más de cincuenta mil personas en contra de la carestía generada por las medidas de protección a la ganadería nacional que habían disparado el precio de la carne; la multitud fue atacada por la policía y por bandas armadas, lo que motivó la declaración de una huelga general en respuesta.
El gobierno recurrió nuevamente al Ejército para que le calmara la situación y sólo tras tomar la ciudad logró restablecerse la calma, una semana después de haberse iniciado los incidentes.  El balance final arrojó sesenta muertos y más de trescientos heridos. 
Las huelgas hicieron su aparición en grandes sectores de la economía y el transporte a pesar de tratarse de una actividad ilegal y, por lo tanto, perseguida.
El descenso periódico en la exportación del salitre generó la paralización de la producción y desempleo obrero.
En diciembre de 1907 numerosos trabajadores salieron de los campamentos mineros y se dirigieron a Iquique para reclamar soluciones.  La ciudad les recibió con una huelga solidaria organizada por sus trabajadores, y fueron alojados en la escuela de Santa María, en donde elaboraron su pliego de peticiones que presentaron a los empresarios. Éstos se negaron a atenderlas, mientras fuerzas del Ejército, otra vez y como siempre llamadas por el gobierno civil para restaurar el orden, rodeaban el poblado de los huelguistas debiendo emplear sus armas de fuego.  Las cifras oficiales elevaron a dos mil el número de fallecidos.
No obstante, como otras organizaciones de la misma época, la FOCH tuvo un contenido inicial próximo al sindicalismo revolucionario, aunque pronto se orientó en un sentido socialista.
Pese a la brevedad del período en que ocupó puestos de responsabilidad, la influencia de Recabarren en el movimiento obrero fue profunda y duradera.
La crisis salitrera de 1919 reavivó el clima de agitación social de los primeros años del siglo.  La explotación minera prácticamente sólo podía realizarse con la presencia del ejército, mientras que el malestar se extendió a las industrias urbanas y al sector lanero meridional, ampliamente desarrollado en los años anteriores.
 Las huelgas y manifestaciones terminaron convirtiéndose en una cuestión de orden público, a menudo de tintes dramáticos, ya que dejaban un elevado número de víctimas mortales, tal y como sucedió con la huelga lanera de Puerto Natales, en Magallanes, de febrero de 1919, que arrojó quince muertos.
 En 1921 acontecimientos similares se produjeron en el norte, cuando el cierre de oficinas dejó sin trabajo a los obreros del salitre y un choque con la policía dejó un espeluznante saldo de 73 muertos.
La llamada “cuestión social” acompañó las tres décadas de la república parlamentaria y fue haciéndose cada vez más aguda a comienzos del siglo. El avance económico y las condiciones en que éste se produjo generaron grandes desequilibraos entre la población.
La primera respuesta de la oligarquía parlamentaria consistió en recurrir a la represión para acallar las protestas y los disturbios.  La acentuación de los problemas no encontró fórmulas compensatorias ni actitudes conciliadoras, crecieron las manifestaciones contrarias al gobierno que provocaron una reacción más violenta.  Pero la cuestión subsistió.

lunes, 24 de octubre de 2011

¿ LA GUERRA DEL PACIFICO TIENE CONSECUENCIAS EN ESTOS TIEMPOS ? ¿SI O NO?, ¿PORQUE?


                

                    

La guerra del Pacifico se produjo en el Desierto de Atacama, entre los años 1879 y 1883. En esta guerra participaron los países  de Perú, Bolivia y Chile. Machismos años de paz aun no logran borrar definitivamente las cicatrices de esta guerra. El Clarín de guerra sonó en los pueblos, ciudades y caseríos de tres Patrias- Chile, Perú y Bolivia- Llamando a sus hijos a reconocer cuartel. Miles de campesinos, mineros y ciudadanos se transformaron en soldados para escribir con su sangre derramada, gloriosas paginas de historia.Fue una sangrienta lucha en que Por mas de 4 años se puso a prueba la fuerza de los pueblos y el valor, la nobleza e hidalguía de soldados y marinos- especialmente de Chilenos y Peruanos, que se fundieron con el mismo ímpetu para lograr el triunfo. Hombres de destacada participación por su valentía mostrada en los tiempos difíciles fueron Francisco Bologneci, Andrés Cáceres, Miguel Grau, Arturo Prat, Ignacio Carrera Pinto, Pedro Lagos, Eleuterio Ramírez, el gran presidente Baquedano... y muchos más. Estas personas fueron admiradas por su patriotismo y decisión, fueron un homenaje a la paz y hermandad entre los pueblos, que buscan en la colaboración y la armonía las armas del progreso y de un común bienestar. Tantos años nos separan cada día más de estos gestos heroicos y los pueblos que heredaron sus glorias, que en forma tan heroica devolvieron la paz a Chile.               
Un gran espíritu de patriotismo había Chile. Con entusiasmo y valentía, miles de jóvenes se dispusieron a defender los intereses de la patria: "Vencedores nosotros en el mar, el campo de batalla será el Perú", estas fueron las palabras del presidente Pinto... y así sucedió.La escuadra chilena que se componía de los barcos blindados Cochrane y Blanco más unos cuantos buques de madera, viejos y lentos, entre los cuales estaban La Esmeralda y La Cobardona y estaban muy debilitados en comparación al enemigo.Perú tenía un mejor ejército humano que Chile (en cuanto a número), contaba con cuatro barcos blindados que conformaban una armada muy poderosa y  tenían un histórico predominio sobre Chile, ya que Perú heredó el virreinato.El 21 de mayo de 1879, la Esmeralda y La Covadonga estaban frente al puerto peruano de Iquique. Cuando Arturo Prat, al mando de La Esmeralda, vio que se iban a tener que enfrentar a dos poderosos barcos peruanos. En la madrugada de ese día, en medio de una espesa niebla, el vigilante alcanzó a ver dos grandes embarcaciones que se acercaban: eran El Huáscar y La Independencia.

La Esmeralda recibió los bombardeos del Huáscar, ya que estaba imposibilitada de moverse por tener malas sus calderas. Cuando ya no quedaba nada más que hacer, Arturo Prat, junto al sargento Aldea y un marinero anónimo saltaron al encuentro del buque enemigo. En su valiente tarea le siguieron el teniente Serrano y varios tripulantes que entregaron su vida por el honor de la patria. Al poco rato, la embarcación Esmeralda se hundió. Eran las 12:10 cuando los botes del Huáscar recogían a los 50 sobrevivientes.Mientras tanto, Condell, al mando de La Covadonga, se escapaba de la persecución de La Independencia cuando, a la altura de Punta Gruesa, el barco peruano se estrelló contra una roca que la dejó con la parte inferior hecha pedazos. La doble batalla de Iquique terminó dejando a La Independencia, que era una barco clave de la armada peruana, fuera de la batalla. Y el deseo de los chilenos era ganar o morir. A los pocos meses, la trampa hecha para capturar al Huáscar tuvo éxito: en Punta Angamos se

estrelló contra una barrera y tras un desesperado combate en el que murió el almirante peruano Miguel Grau, el barco tuvo que rendirse. De este modo, la ruta hacia el Perú quedaba despejada."¡Muchachos: la contienda es desigual! Nunca nuestra bandera se ha arriado ante el enemigo, espero pues que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Mientras yo esté vivo ,esa bandera 
flamear á en su lugar, y os aseguro que si muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber.   Era el 21 de mayo de 1879, cuando el capitán don Arturo Prat, al mando de la "Esmeralda" y luego de pronunciar esas valientes palabras, dirigiría la batalla hasta dejar su vida en el mar, pero a Chile con la frente en alto: comenzaba la Guerra del Pacífico.

Un gran espíritu de patriotismo había Chile. Con entusiasmo y valentía, miles de jóvenes se dispusieron a defender los intereses de la patria: "Vencedores nosotros en el mar, el campo de batalla será el Perú", estas fueron las palabras del presidente Pinto... y así sucedió.La escuadra chilena que se componía de los barcos blindados Cochrane y Blanco más unos cuantos buques de madera, viejos y lentos, entre los cuales estaban La Esmeralda y La Cobardona y estaban muy debilitados en comparación al enemigo.Perú tenía un mejor ejército humano que Chile (en cuanto a número), contaba con cuatro barcos blindados que conformaban una armada muy poderosa y  tenían un histórico predominio sobre Chile, ya que Perú heredó el virreinato.El 21 de mayo de 1879, la Esmeralda y La Covadonga estaban frente al puerto peruano de Iquique. Cuando Arturo Prat, al mando de La Esmeralda, vio que se iban a tener que enfrentar a dos poderosos barcos peruanos. En la madrugada de ese día, en medio de una espesa niebla, el vigilante alcanzó a ver dos grandes embarcaciones que se acercaban: eran El Huáscar y La Independencia.
En   Durante el transcurso de la Guerra del Pacífico, el progreso de Chile no se vio interrumpido; por el  , la guerra estimuló el desarrollo de la economía  , lo que contribuyó al financiamiento del Ejército en campaña. Terminado el conflicto, Chile consolidó su presencia en el  del país al aumentar su territorio, convirtiéndose en el país más importante de Latinoamérica en las costas del Pacífico. Gracias a la expansión de su territorio, logró valiosas riquezas naturales que impulsaron la   económica del país. Durante la presidencia de José Manuel Balmaceda (1886-1891), los principales   de nuestro país provenían básicamente de la industria salitrera; sin embargo, el mercado internacional era muy inestable en este sentido. Por lo mismo, Chile debía intentar estabilizarlo estableciendo un equilibrio entre la   y la demanda, algo no muy fácil si pensamos que la industria del salitre se encontraba totalmente bajo el control de los ingleses, los que solo buscaban beneficio personal. Es así como el gobierno -una vez terminada la guerra- se dedicó a planear la forma de reconstituir la   de la industria del salitre y explotarla en beneficio nacional. Entre 1884 y 1886 se realizó una alianza entre los productores para reducir la producción, ya que en ese entonces el mercado se encontraba bastante saturado. Sin embargo, esto no dio resultado y la provincia de Tarapacá reinició su actividad productiva, logrando un gran auge junto a la provincia de Antofagasta. A raíz del mismo auge de las salitreras, muchos individuos emigraron de sus hogares para venir a Chile, entre los que se contaron trabajadores del Chile central, Bolivia y Perú, ingenieros y técnicos de Europa y comerciantes. La inmigración fue tan grande que la población de Antofagasta pasó de 5.384 habitantes en 1875, a 21.213 diez años más tarde, y la de Tarapacá, de 39.255 a 45.086, en el mismo período. Por otro lado, los aranceles sobre el salitre beneficiaron ampliamente la construcción de nuevas obras públicas, como puertos y ferrocarriles, obras sociales y refuerzos para las fuerzas armadas. También, una vez finalizada la Guerra del Pacífico se incrementaron el cultivo de trigo en el sur y la vitivinicultura en el centro, y las empresas industriales de producción de bienes de consumo se expandieron. Finalmente, y gracias a los créditos recibidos por su buena reputación, Chile modernizó sus principales ciudades, los servicios de sanidady la educación, y realizó la construcción de grandes edificios. En Bolivia A diferencia de nuestro país, la Guerra del Pacífico constituyó para Bolivia uno de los episodios más dramáticos de su historia. Su ejército fue totalmente derrotado, lo que le significó la pérdida del único territorio con salida al mar que poseía. Desde ese entonces, y hasta el día de hoy, el no tener acceso al mar ha significado un problema para esta nación. Además, el territorio que perdió a manos de Chile le significó un gran deterioro en su economía, debido a la pérdida del salitre, por lo que su crecimiento distó mucho del auge que vivió nuestro país. Por otro lado, aunque Bolivia pudo haber crecido gracias a la producción de plata, las variaciones en el precio de este metal impactaban fuertemente en la economía de esa nación, teniendo su mayor crisis en 1900, cuando su valor colapsó en el mercado internacional. Así, el estaño ocupó el lugar de la plata, como consecuencia del agotamiento de las minas europeas de este metal, momento a partir del cual los capitales provenientes del viejo continente, Estados Unidos y Chile compitieron con los capitalistas bolivianos por el control de las minas de estaño. En Perú Al igual que Bolivia, Perú no tuvo un buen recuerdo de su paso por la Guerra del Pacífico, ya que su participación significó la derrota de sus fuerzas. A diferencia de Chile, que no detuvo su progreso durante la guerra, Perú sufrió grandes divisiones sociales; por un lado estaban los campesinos indígenas, y por el otro, los terratenientes, creándose fuertes pugnas entre ellos. Por otra parte, las principales exportaciones del país habían sido el guano, el salitre y el azúcar; sin embargo, el bloqueo de Chile a todo el territorio donde se producían, durante la guerra, había dejado al Perú en la ruina. Tras la guerra, la molestia de peruanos y bolivianos hacia nuestro país se explica básicamente por los grandes beneficios que los nitratos trajeron a Chile. Sin embargo, el triunfo chileno no tuvo que ver únicamente con la economía; las repercusiones del conflicto influyeron notablemente en las sociedades de estos tres países. Chile salió de la guerra con un ejército bastante más poderoso que el original, y la expansión de su territorio ayudó mucho al desarrollo del país. Perú y Bolivia, en cambio, enfrentaron sociedades extremadamente desmoralizadas producto del desenlace de la guerra, lo que hizo imposible un desarrollo normal de sus pueblos. Por el contrario, la Guerra del Pacífico fue el detonante que permitió a Chile consolidarse como una de las potencias sudamericanas de la época.

lunes, 26 de septiembre de 2011

¿LA OCUPACION DE LA ARAUCANIA , FUE ALGO BUENO O MALO EN EL SIGLO XIX?
















En 1861, el presidente José Joaquín Pérez Mascayano inicia la ocupación de la Araucanía (denominada en los documentos oficiales chilenos como pacificación de la Araucanía), zona que comprende los terrenos ubicados entre el río Biobío, por el norte, y Toltén por el sur. Fue un proceso de invasión militar y aculturación de los territorios mapuches autónomos por parte del estado chileno. Se prolongó durante casi toda la segunda mitad del siglo XIX.

En estas tierras habitaban más de 190 mil indígenas, compuestos por los pueblos pehuenches y mapuches. Dicho territorio se había mantenido rebelde a partir de la denominada Guerra de Arauco ante el dominio español durante la Conquista y todo el período colonial de Chile, sin que ningún bando venciera claramente.

Luego de la independencia de Chile, ya en el período republicano, se ordenó la celebración de un parlamento general con los mapuches que habitaban al sur del río Biobío, con la finalidad de acordar el estatuto que regularía las relaciones entre la naciente república y el pueblo mapuche; realizándose así el Parlamento de Tapihue en enero de 1825. Sin embargo posteriormente sucedieron diversos hechos que obligaron al estado chileno a destinar recursos a la zona de la frontera.

Además, durante la Revolución de 1851, el general José María de la Cruz, líder del movimiento golpista, reclutó a varios loncos mapuches y sus clanes para alzarse en armas contra el gobierno, esto lo pudo lograr gracias a la relación de amistad que mantenía el general con los caciques, entre ellos Colipí. Cuando su insurrección fue aplastada por el general Manuel Bulnes, los caciques en vez de rendirse junto a De la Cruz se replegaron a la frontera junto con varios miembros descolgados del antiguo ejército, dedicándose al pillaje y al robo de ganado, por los siguientes 4 años. Esto motivó al gobierno a movilizar al segundo batallón del segundo de línea, hasta enero de 1856.

Plano antiguo de Negrete, hecho por el mayor de artillería José Miguel Fáez y encontrado en la mapoteca del Archivo Nacional de Chile: plano base de la reconstrucción de Negrete como fortaleza chilena, en diciembre de 1861, parte del plan de Cornelio Saavedra Rodríguez, de Ocupación de la Araucanía por el ejército chileno.

A mediados del siglo XIX la posición de la prensa chilena frente a los todavía independientes mapuches no era favorable:
Los hombres no nacieron para vivir inútilmente y como los animales selváticos, sin provecho del género humano; y una asociación de bárbaros tan bárbaros como los pampas o como los araucanos no es mas que una horda de fieras, que es urgente encadenar o destruir en el interés de la humanidad y en el bien de la civilización.

Esta etapa contempló la ocupación total de la Araucanía y su consolidación, y con ello la unión efectiva del territorio Chileno. De ese modo, el gobierno chileno llevó finalmente a cabo uno de sus principales proyectos de Estado, anhelado incluso desde la época de los españoles, quienes en el período colonial no lograron instalarse en la Araucanía.

Tras su derrota, los mapuches fueron concentrados en "reducciones", pequeñas reservas generalmente separadas unas de otras por áreas ocupadas por inmigrantes chilenos y europeos, para 1929 existían 3.078 reservas comprendidas en 525.000 hectáreas que eran consideradas una concesión del estado chileno y de propiedad comunal para los indígenas y que recibían el nombre de "títulos de merced". Usualmente la tierra asignada, que representaba el 6.18% del territorio ancestral mapuche, era de clima severo e infértil lo que unido al antiguo estilo de vida seminomada de los mapuches y a su organización social de clanes y familias generaron conflictos internos entre ellos, sin embargo los mapuches demostraron una gran capacidad para adaptarse a esta nueva situación.
En los territorios ocupados se les entregaron tierras a colonos chilenos y europeos, principalmente españoles, alemanes, franceses, italianos, ingleses, suizos y del resto de Europa, en total al año 1901 llegaron 36.000 europeos, 24.000 contratados por la agencia de colonización y 12.000 llegaron por sus propios medios.

En 1934, 477 campesinos y mapuches que se habían rebelado contra, los que consideraban, abusos por parte de los administradores de los aserraderos instalados en la recientemente abierta región del Bio-Bio fueron muertos por el ejército chileno en la llamada Masacre de Ránquil, otros 500 fueron hechos prisioneros y según denunció el senador por Temuco Juan Pradenas Muñoz solo 23 fueron conducidos la capital para ser sometidos a juicio siendo los restantes presumiblemente desaparecidos. La exactitud y desarrollo de los hechos son cuestionados por algunos historiadores chilenos como Ricardo Donoso en su libro "Alessandri, Agitador y Demoledor"

Tras la consolidación de la independencia de Chile, una de las primeras
 preocupaciones de la naciente República fue reconocer el territorio sobre el cual ejercería soberanía e incorporar aquellas regiones que estaban marginadas, como la zona comprendida entre los ríos Biobío y Toltén. Acá vivían más de 190 mil indígenas entre pueblos pehuenche y mapuche que, desde el siglo XVIII se encontraban en un difuso proceso de colonización espontánea, intercambio comercial y migraciones. En este contexto se estaba cuando se realizó en 1825, el Parlamento de Tapihue entre autoridades del gobierno y el pueblo mapuche. 
De esta manera se marcó el fin de la autonomía territorial mapuche y todas las tierras de la región fueron declaradas fiscales La ocupación de estas tierras “libres” quedó en manos de numerosos colonos europeos, principalmente españoles, alemanes, franceses, italianos y suizos que llegaron en 1883 para asentarse en las zonas de Victoria, Ercilla, Quino, Temuco, Imperial, entre otras. Sin embargo, este poblamiento tardó en consolidarse debido a la persistente inseguridad y a su falta de experiencia campesina.

Por su parte, los mapuche fueron confinados en estrechos terrenos comunitarios de mala calidad conocidos como reducciones, asignados por la Comisión Radicadora, para que practicaran sus actividades agrícolas y ganaderas en espacios de corta extensión y con una población en constante crecimiento.

Roxana Roa.
2ºD

lunes, 22 de agosto de 2011

¿QUE VENTAJAS Y DESVENTAJAS SE ENCUENTRAN EN EL AMBITO LABORAL, DE LA ARAUCANIA? ¿PORQUE?







En 1861, el presidente José Joaquín Pérez Mascayano inicia la ocupación de la  Araucanía (denominada en los documentos oficiales chilenos como pacificación de la  Araucanía), zona que comprende los terrenos ubicados entre el río Biobío, por el norte, y Toltén por el sur. Fue un proceso de invasión militar y aculturación de los territorios mapuches autónomos por parte del estado chileno. Se prolongó durante casi toda la segunda mitad del siglo XIX.


En estas tierras habitaban más de 190 mil indígenas, compuestos por los pueblos pehuenches y mapuches. Dicho territorio se había mantenido rebelde a partir de la denominada Guerra de Arauco ante el dominio español durante la Conquista de Chile y todo el período colonial de Chile, sin que ningún bando venciera claramente.


Luego de la independencia de Chile, ya en el período republicano, se ordenó la celebración de un parlamento general con los mapuches que habitaban al sur del río Biobío, con la finalidad de acordar el estatuto que regularía las relaciones entre la naciente república y el pueblo mapuche; realizándose así el Parlamento de Tapihue en enero de 1825. Sin embargo posteriormente sucedieron diversos hechos que obligaron al estado chileno a destinar recursos a la zona de la frontera.


El gobierno de Chile toma la decisión de ocupar efectivamente la Araucanía cuando aparece en la zona, en el año 1861, el francés Orélie Antoine de Tounens, quien intenta crear el Reino de la Araucanía y la Patagonia y se autoproclama rey, tomando el nombre de Orélie Antoine I.

De esta forma, las autoridades deciden aplicar el plan propuesto por el General de Ejército Cornelio Saavedra Rodríguez. Dicho plan incluye no sólo acciones militares, sino además la penetración pacífica de los territorios, mediante el traspaso de la cultura chilena al otro lado de La  Frontera. Se busca fundar ciudades, construir obras públicas tales como caminos, telégrafos, y crear escuelas y hospitales. Las tierras incorporadas serían traspasadas a colonos sin ningún costo para fomentar la ocupación de la zona y desarrollar la producción de trigo.

En poco tiempo, Cornelio Saavedra puede ocupar la zona que va hasta el río Malleco, lugar donde refunda la ciudad de Angol, los fuertes de Negrete, Mulchén y Lebu, en 1862. Por el territorio costero, alcanza a avanzar hasta el río Toltén. Esta primera ocupación se lleva a cabo con relativamente poca resistencia, pero luego se produce una sublevación de los mapuches que habitan las cercanías del río Malleco, bajo el mando del lonco Quilapán.


Esta etapa contempló la ocupación total de la Araucanía y su consolidación, y con ello la unión efectiva del territorio Chileno. De ese modo, el gobierno chileno llevó finalmente a cabo uno de sus principales proyectos de Estado, anhelado incluso desde la época de los españoles, quienes en el período colonial no lograron instalarse en la Araucanía.

Se puede señalar que el proceso de la ocupación de la Araucanía significo un cambio en la sociedad, no solo Chilena, sino que en la  , misma sociedad Mapuche, que empezó a verse influenciada con mayor fuerza por una cultura que durante siglos les había parecido ajena.

La Araucanía se volvió una mezcla de población colona, mapuche y también Chilena donde cada uno de estos grupos veía con diversos ojos la zona, pero esta última hizo prevalecer su fuerza,  valiéndose en el proyecto que como Estado- Nación había  sido creado, y que logro consolidarse rápidamente.
Es un procesó del que todavía hoy en día  no podemos hablar certeramente, pues  que todavía existen hilos sin atar: prueba que es el denominado “conflicto Mapuche”


Se habló más arriba de los colonos, ellos trajeron a la zona sus costumbres que
también hicieron eco dentro del territorio mapuche, produciéndose en la zona una mezcla
de diversas culturas, y que todavía están presentes. El mapuche debió incorporarse a la fuerza a la vida del país, y así poco a poco la cultura mapuche se fue perdiendo, y lo que queda hoy en día es muy poco si lo comparamos con épocas anteriores.


Otros niegan que este haya sido un proceso pacífico, sino más bien fue una guerra que enfrentó a chilenos y mapuches, en donde los primeros quitaron a la fuerza territorio que astralmente perteneció a este pueblo indígena.